Medicina del trabajo en Bolivia (mito o realidad)
Por Diego Guevara – Bolivia
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) reportó que en 2017 se perdieron 2.78 millones de vidas por motivos atribuibles al trabajo. En 2019 informó que cada año 374 millones de personas sufren accidentes laborales, una causa por la que diariamente mueren cerca de 1.000 en todo el mundo. A esta escalofriante cifra hay que sumarle otra no menos impactante: la de los 6.500 fallecidos que las denominadas enfermedades profesionales, en su mayoría respiratorias (17%), del sistema circulatorio (31%) y cánceres (26%) se cobran cada 24 horas. La OIT exhorta a las empresas y grandes empleadores que tomen en cuenta que «esta problemática también puede trastocar la productividad de las empresas, provocar interrupciones en sus procesos de producción y obstaculizar su competitividad», porque el hecho es que los días no trabajados por razones relacionadas con la seguridad y la salud laboral representan «alrededor del 4% del PIB mundial, una cuota que se eleva hasta el 6% en algunos de los países estudiados».
Según un informe presentado por la plataforma sindical AFL-CIO, los trabajadores latinos continúan sufriendo un alto riesgo de morir en sus lugares de trabajo. «A pesar de los progresos conseguidos, los trabajadores aún mueren en su trabajo y los empleados latinos siguen constituyendo un número desproporcionado de estas muertes», aseguró el presidente de AFL-CIO, Richard Trumka. Tras esta investigación sobre el estado de las trabajadores latinos, «la Administración de las empresas públicas y privadas están ignorando la legislación y rechazan proteger a los trabajadores», indicó Trumka. El informe determinó que la violencia en los lugares de trabajo es la tercera causa de muerte ocupacional y que aquellos empleados que realizan su actividad en los servicios sanitarios y sociales son el colectivo más vulnerable ante las agresiones físicas en el lugar de trabajo, según AFL-CIO.
La Medicina del Trabajo en Bolivia, es la especialidad Médica–Técnica responsable del examen pre-ocupacional, evaluación de los riesgos del puesto de trabajo y bioseguridad, investigación de accidentes de trabajo, control y evaluación clínica periódica de la salud de los trabajadores, vigilancia epidemiológica, promoción de la salud en el trabajo, prevención de la enfermedad laboral, calificación de invalidez e incluso la remisión de la documentación clínica-ocupacional y socio laboral a las AFP’s que también incluye todas aquellas lesiones orgánicas o trastornos funcionales producidos por la acción o consecuencia del trabajo, cuya evolución es lenta y progresiva y que determina disminución o pérdida de la capacidad del trabajador; definición que es desapercibida e incluso desconocida en la mayoría de la población trabajadora de Bolivia y aquellos pocos que la conocen tampoco la exigen por el miedo a perder su fuente laboral, por el escaso control de los entes gubernamentales encargados de hacer cumplir las leyes y por el hecho de que una vez postulada la solicitud esta debe pasar por los largos trámites burocráticos que se exigen.
En nuestro país desde enero hasta octubre de 2019 se registraron 1.329 denuncias de emergencias de trabajo solo en la Caja Nacional de Salud (CNS) de Cochabamba (siendo la CNS la principal Caja Aseguradora de Salud de los trabajadores en todo el país). En 2018, los casos fueron 1.381 en la misma región, con un promedio de 5 accidentes al día. “El número de asegurados se mantiene. Lo que se está aumentando es la conciencia, ya sea por parte del trabajador o del empleador, de que el reporte de accidentes es un beneficio para ambas partes”, explicó Denisse Guaraya, jefa del departamento de Medicina del Trabajo de la CNS, quien además puntualiza que, contrario a lo que se creía antes, hoy el sector empresarial ya no se siente perjudicado con la responsabilidad del seguro de salud de los trabajadores y es más responsable respecto al tema aunque reconoce que aún falta un largo camino por recorrer. Además, informó que esta unidad, actualmente, presta servicios de evaluación para verificar las condiciones del ámbito de salud ocupacional en todas las empresas, el mismo consiste en la verificación de las condiciones de seguridad y salud en la infraestructura a través de equipos especiales de medición se evalúan las condiciones de riesgo a las que se exponen los trabajadores a diario, tales como el ruido, químicos, mala condición del aire, e incluso elementos psicosociales; sin embargo, agregó que las empresas que requieran de este servicio deben enviar una carta de solicitud a dicha unidad, además informó que existen algunos requisitos que se deben cumplir tras un accidente laboral para que los gastos sean cubiertos por el seguro, el llenado del documento de Denuncia de Accidente de Trabajo es uno de ellos, que debe contar con el sello y firma del empleador. Sin embargo, el infortunio debe ser reportado hasta 24 horas después del accidente laboral. Tras cumplir con los respectivos requisitos, los mismos son valorados por personal de la CNS y de las AFPs.
El abogado laboralista, Alain Rivera, para empezar dice: “Cifras del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) señalan que del 100% de la fuerza de trabajo a nivel nacional, alrededor del 10% está sindicalizado por lo cual tenemos un 90% de trabajadores que está en condiciones de precariedad del uso de sus derechos laborales, no gozan de contratos, no tienen estabilidad laboral, no tienen seguro social, ni seguro de salud” por lo tanto pone en duda las cifras registradas por la CNS indicando: “La cifra de por sí es miserable. En un año esa cantidad de accidentes es un absurdo. Hay más que eso. Muchos de los trabajadores finalmente dejan a su suerte aquello y no lo reportan por no continuar esos trámites burocráticos”. Rivera destaca la historia de un trabajador de una empresa constructora de caminos, que en el afán de cambiar la llanta de una camioneta se dispuso a golpearla con un combo y, desafortunadamente, una astilla le entró en el ojo, el mismo regresó a su campamento, en el cual para empezar no disponían de un médico, por lo cual procedió a limpiarse el ojo por sí mismo; al cabo de unos días percibió una visión borrosa que se agravó de a poco. “Como este caso, hay muchos otros que pueden no manifestarse inmediatamente. Ahí están todas las trabas y una serie de temas burocráticos tanto por parte del empleador como del seguro de salud asignado que no les permiten a los trabajadores ejercer oportunamente sus derechos”, manifiesta. “La mayor parte de los trabajadores del país desconoce sus derechos, así como desconocen y nunca reciben ningún tipo de equipo de seguridad para el ejercicio de sus labores”, enfatiza. También, critica y pone de manifiesto (algo que todos en algún momento llegamos a pensar) que aunque en nuestro país existan decretos, leyes y normas que regulen las medidas para prevenir lesiones, enfermedades e incluso muerte de los trabajadores en sus áreas de trabajo, estas no son aplicadas por los empleadores y tampoco existe el suficiente control gubernamental de la aplicación de las mismas por parte de las empresas tanto públicas como privadas, a esto se suma las necesidades económicas actuales de los trabajadores del país que hacen que “agradezcan la oportunidad laboral”, aunque las mismas se den en “condiciones de inseguridad laboral e incluso explotación” indica Rivera.
FUENTES: Plataforma Sindical AFL-CIO. La organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Caja Nacional de Salud (CNS)